SIGO PENSANDO Y NO DEJO DE EXTRAÑARTE
de Alberto Barrientos, el Lunes, 12 de septiembre de 2011 a la(s) 21:01
Abrí mi corazón por tí y para tÍ. Nada me hacía presagiar lo que estoy viviendo ahora, sin embargo, al abrir este corazón dejé desprotegido por este supuesto adiós que no te daré jamás.
No puedo dejarte, ni siquiera dejo de pensarte. Te volviste tan imprescindible en mi vida y eso me dio tanto miedo, porque sé que podría llegar a perderte como el agua que se pierde entre mis manos.
Tal vez en otra vida fuí un bárbaro que tomó todo lo que encontró sin siquiera medir en nada lo que dejaba atrás, tomé y no pedí permiso y ahora creo que tengo algo muy mío y me lo quitas y me siento el peor de los mortales.
Mi corazón empezó a dar lata, mucha lata y a pedir compasión y la fui a buscar, entre las calles que caminé a tu lado, en los lugares hermosos que pudimos compartir, entre las personas y cientos de miles de extraños que tal vez nos vieron juntos alguna vez, entre las flores, y los paisajes que inundaron cada instante de mi vida contigo...fui pidiendo cual mendigo sin tener y sin llevar nada consigo.
Me sentí tan desnudo, tan arruinado y sinceramente, no deseo sentirme así jamás.
Cada vez que te miro solo atino a fijar mi mirada en tus ojos y al verlos enciendo tus deseos, aquellos que pretendes ahora ahogar, y sabes, lo entiendo, pero yo soy quién ahora pide ese amor que dejaste escapar y pude aprehender y asirlo a mí...quiero ese dulce amor que me llenó el corazón e hizo revivir de nuevo.
No hay nada ni nadie que me haya dado tanto y haber recibido tan profundo amor de un solo golpe...claro que sí.
Pues solo lo hallé en tí y eso me dio las ganas que tuve de nuevo para existir, cuando ya me había resignado a volver a vivir.
Nunca te mentí y lo sabes, pues fuí sólo tuyo con el pensamiento y el alma, pues mi cuerpo buscó tu abrigo perfecto y protección...fue el lugar donde nos dimos el uno al otro, el fiel testigo de nuestras pasiones más fervientes.
No hubo mejor paso que haber caminado a tu lado, y descarto del todo una intromisión ajena, porque simplemente no existe más...guardo celoso tu amor perfecto, aquel que ahora me niegas y dices no sentir, porque si yo lo siento, cómo es que no lo posees más.
¿Acaso he absorbido totalmente, esa esencia que ahora me turba y me hace tan vulnerable?
Si de amor se trata, siempre he perdido yo pues abrí mi corazón como un dragón cuando delega su media vida por su amo, para que este no muera y viva eternamente...si fue así lo entregué lealmente, y no lo lamento...pero si este queda a la intemperie y alguien lo apuñala yo moriré también y nada ni nadie me podrá salvar...sin tí no existo más...sin tí la vida se me va...Talvez exista promesa de vida eterna y amor eterno, talvez en otra vida cedas al fin, y puedas decirme a la cara que en verdad "me amas", espero que no haya sido tarde el momento, pero recuerda que solo mi corazón a tí te lo dí y nada ni nadie lo ha de tener jamás.
Dí mi mitad, me dí a mí mismo, siempre sin esperar nada a cambio, espero que puedas conservar ese pedacito tan mío que vive ahora en tí, y que cada vez que te sientas sola, sea yo quién únicamente te consuele y vuelva esplendorosa esa vida que vivimos juntos, esa que jamás se olvida.
No pretendo más rogar y mendigar amor a nadie, pues lo que tengo me basta y me sobra y de eso me doy por satisfecho...pero disconforme, y lo sabes. No puedo admitir que otro ocupe mi lugar o ceda a tus caricias que son mías, que alguien toque tu piel como le he tocado yo, que alguien usurpe tus labios que vibraron al sentir los míos o que alguien quiera destruir lo que es mío por ese solo alarde de haberte hecho suya.
Dime que mi amor es egoísta ahora pues sí, se resiste a vivir así. Una vez prometí no buscar a nadie ni estar con otra, ni nada que se parezca, pues me guardé y reservé mi vida y talento para tí. Esta vez no volveré a hacerlo porque definitivamente, será eterno.
La vida me enseñó que debo ser leal, honesto y decidido, lo hice y lo haré así, pero si en algún momento dejo atrás mi compromiso y promesa, sabrás que al fin te habré olvidado y para siempre, pues hubo otra que dijo que "sí".
El sí que esperaba de tí, esa satisfacción que sólo la encontré en tu cuerpo y el alma que ahora me quiere abandonar también. Ya nada está resuelto, no hay nada que dañe más, lo viví todo, lo sentí todo, lo sufrí todo, será ese mi destino.
Mi único delito fue amarte tanto y ahora pagaré mi pena, pero espero hacerlo frente al mar, ese mismo lugar que pudo percibir mis anhelos y el bastión donde defendí a mi amor de todo mal. Y quizás allí repose y pueda pasar el resto de aliento que me quede pues mi propósito es saber que volverás a encallar en mi puerto...y no te irás jamás.
No soy yo quien te deja no soy quién te abandona, soy yo el solitario de esta tarde de primavera que evoca tus recuerdos y no podré vivir con ellos, aunque me sentencien por toda la eternidad, y así me flagelen por decírtelo una vez más, me siento el más culpable de todos los mortales.
Aunque me sigas ahogando no dejaré de pretenderte, no permitiré olvidarte, ni espero ya nada, solo espero mi tiempo y a mi barquero para que tome ahora mi alma y la lleve consigo...si creo existir solo si piensas en mí, si estoy dentro de tí, pues seré el triste olvidado, aquel por el que tus noches de soledad, te atrevas a volver a mirar, a desear, a resignarte y al que no tendrás más...seré ese que tú negaste, que no amaste más, y que tiraste al mar...y una vez allí buscaré mi corriente, mi destino, mi felicidad...No quiero alejarme, ni dejar de estar a tu lado, procuraré estar oculto, secreto, pero cuando me digas tú...volveré a decirte que ese lugar que aún me queda en mi vida y en el alma, allí estas tú.
Recuérdame como el mejor amor de tu vida, hazlo como lo hago yo, porque nadie me hará cambiar de parecer, y si una lágrima derramas por mi culpa yo habré soltado un río, y éste fluirá dentro de mí...y esperará impaciente que te unas a mí.
De todo este gran amor, fui yo quién resultó el más afectado, será porque amé sin medida, sin límites y sin tabúes...quise dártelo todo, y que sepas que lo que dije era tan cierto, como haber estado aquí. No tengo mas ilusiones ahora, aprendí mi lección de vida una vez más: a no darlo todo, y no pretender algo por nada...yo sólo trato de ser más tuyo, y admítelo aunque me puedas contener suelo desbordarlo todo.
No te digo nunca adiós, porque no lo será y si queda la esperanza de un quizás, yo volveré a tí. Tenlo por seguro, pues no me arrepiento de nada, y mi amor tampoco, pues entendí que no fue suficiente...si algún día me ves venir por aquel lugar donde te ví, dime tan solo una palabra: lo mucho que me quieres, sólo dime que me amas...tan sólo eso me hace tan feliz, pues a tu lado tuve mi paraíso. A tu lado conocí que entre tú yo sí existe Dios, y al alcanzarte a tí yo soy feliz.
Quédate a mi lado, quédate conmigo esta noche y en el último álito de mi vida, no dejes de tomar mis manos, ni dejar de acariciar mis labios con los tuyos, no dejes por nada del mundo que alguien nos despierte de ese gran sueño tan tuyo y tan mío, pues si la noche me da vida, moriré al amanecer o quedaré a
perpetuidad dentro tuyo.
Con todo el amor que te puedo dar y que aún reservo para ti, durante todo el tiempo que tenga por vivir
Comentarios