ÉL DEJÓ DE ESCRIBIRLE Y ELLA DEJÓ DE LEERLE...PARA SIEMPRE!
No dudé jamás que tuvieras entusiasmo y alegría cuando escribía para tí, o que fueras la musa de mis inspiradas noches. Noches que dedicada a tu dulce amor y a que siempre estuvieras contemplando mis deseos y mis afectos más sinceros. Notaba en tí que sentías ganas de tenerme a tu lado y yo me quedaba siempre contigo, y me decías siempre que algún día me escribirías, que algún día cuando fuera necesario volverías a estar conmigo quizás, y acompañarme el resto de mis días. Fue entonces que confíe en tí, creía en tí...no existía más cielo que el tuyo y el mío bajo nuestros pies, y simplemente, nos dejamos llevar. Yo por lo mucho que te admiraba y tú porque estabas convencida de mis sentimientos y mi dedicación exclusiva. Pasaron muchos años y tanta ganas de nuestro lado. Increíblemente, no sabemos cómo duramos tanto y como en tan solo una noche dejamos de hacerlo más. Quizá fueron las duras palabras que tuviste conmigo, fue quizá que me decidí a darte zarpasos en serio y que supie