No sé cuántas veces...tendré más heridas en el alma

Estuve todos estos días pensándote mucho más, y cada vez que encendía la radio me decía: "Todas las canciones son para tí", y me alegre...

El primer día que tuve que vivir esta decepción contigo pensé no soportarlo y aprendí a resignarme y a perderte, pues nada iba a cambiar entonces. Si hice algo fue llorarte por última vez y entendí que perdí mi tiempo y mis afectos.
Ahora con un saldo en contra y con tanta crisis de caricias me veo en la tarea de refinanciar la cuenta de amor, en el gran banco de cariño que aguarda por mi restructuración.
Avanzando todo este tiempo veo como el viento cambiar a mi favor y la marea se hace más dócil a medida que llego a nuevo puerto. Es quizá el único beneficio que obtenga por hacer de mi voluntad, el fiel reflejo de mis deseos y mis sueños nuevos.
Con un amor que aguarde por mí, que día tras día, se nutre de mi corazón y está presente en mi mente.
A veces también pienso que entre tus canciones me oyes cantar, o tal vez bailas conmigo y te diviertes con esa sola ilusión, que no volverás a tener ni sentir jamás.
Ese delirio que tú sientes yo ya lo viví antes, sin querer presagiar que me volvería a pasar...entonces tengo negado el afecto que quise para mi y será mejor así.

Ya tan solo me queda sobrevivir y no dejar de admirar cada instante que pude encontrar aquí...aún sabiendo que me lees, estoy suponiendo que no me dejes de extrañar.
Cuando veas que mi corazón pueda pertenecerle a otra persona, al cielo pedirás que ese instante no se dé jamás...ya que tu amor egoísta estará deseándome estar solo a tu lado y comprenderás al fin que mis heridas son del alma.
Así quizá cuando abraces y llores en tu almohada frígida, de mis besos sientas solo una gran desesperación y arrebato,
desearás querer volver y te diré quizá nunca más.
El último día: "Si me ibas a dejar ¿porqué esperaste tanto tiempo para hacerlo?